lunes, 19 de octubre de 2009

I

Away from me


Ojala tuviera un cuchillo para rasgarme la piel, con la sangre derramada escribiría la palabra “soledad “.
El aliento de la vida morirá con el tiempo, se evaporará, silencioso y transparente. “Oscuridad” es lo que grita el tiempo y del suelo se alzan los árboles en respuesta a su dolor, sus ramas son lo único que consuela, se hunden en la piel, la sangre cubre sus hojas resecas.
No es infinito el tiempo y si lo es no lo es por lo menos el de nuestras vidas. Cada segundo que pasa es un segundo que se escapa. Es como un agujero en el bolsillo, se va perdiendo a cada paso. Es como intentar atrapar el agua cerrando el puño, se escapa por todos los huecos.
Es algo que no se puede retener, imposible de parar.
El tiempo te da vida, te desgasta, te revitaliza y por ultimo te mata. Es el agua que riega las plantas para que crezcan y el asesino que las mata. ¿Aliado o enemigo? Un íntimo amigo y un audaz asesino.
Lo indudable es que es el maestro de los maestros y con razón se dice que el tiempo es el único maestro que ve morir a sus alumnos.
Tengo un Insomnio de mierda, y lo peor que tiene, es que pasas la noche dándole vueltas a lo más deprimente que se te pasa por la cabeza o a lo que no tiene solución, debe de ser por eso por lo que son las noches más largas. En la cama dando vueltas o levantado sin saber qué hacer… ¿dónde estas cuando se te necesita?, que lo mejor, tanto para dormir, como para olvidar, es un trago, una pastilla, al final más sano será eso que pasar tantas noches sin pegar un ojo. Y es que aún recuerdo como cuando de pequeñas, mis hermanas y yo hacíamos esfuerzos para quedarnos despiertos, los sábados, para joder a papá y de cómo él nos perseguía con su “zapatilla cantarina”, lo de cantarina se lo puso por el sonido que hacía cuando chocaba con nuestros traseros, en plan suave, claro, porque realmente sólo era un juego.
Es así toda la noche tengo tu geografía grabada en el cuerpo y la mente, juego al escondite con las noches pero siempre me encuentran o ya no sé si soy yo que me dejo encontrar, yo solo pienso en vos y en como hacer para sacarte de mi cabeza, la noche es una interesada porque me abraza solo cuando estoy buscándote en el fondo del vaso, pero me gusta su compañía porque me lleva más fácilmente a la locura, pero la locura no existe -solo personas que sueñan despiertas- y me enseñas desconocidos rincones de mi ser golpeando en el borde de mi mente, el tren de la vida pasa y yo salto de vagón en vagón, bajo en una parada y espero, luego vuelvo a subir. Observo el frío de esta ciudad olvidada y una luz en tu cara, una luz que me habla pero no la entiendo, no sé que me quiere decir. No hablamos el mismo idioma. ¿Quien sos? ¿Por qué hablo como si te conociera, o como si vivís en mi mente? ¿Realmente es así?
Me levanto sacudiéndome el polvo de mí desgastado cuerpo, mis huesos oxidados chirrían con cada mínimo movimiento que intento llevar a cabo, pero no importa, ya da igual. Salgo a buscar no se qué por las habitaciones de mi casa -¿desde cuando mi cuarto es tan negro?- no existen pastillas para el alma, solo para este dolor intenso-para este maldito dolor intenso- y esta medicación de la cabeza solo quiere engañarme diciéndome que me siento bien, que todo va bien ¡pero es mentira! cuando esa voz cese todo volverá a ser como antes, o como ahora, que es lo mismo. Salí con el sol tras mi espalda, y ahora mientras llego y el sol va escondiéndose frente a mi, pasa sobre mis ojos una tira de film con lo vivido y lo que dejo atrás. Escenas que se pasean ante mis ojos, sueños con los que vuelvo a soñar al recordarlos, me pierdo en mi pasado. Largos parecen los días pero corto es el tiempo que traiciona a la vuelta de la esquina haciendo mella sobre mí. Un cúmulo de sensaciones y sentimientos se agolpa sobre mí, el nerviosismo y la ansiedad de llegar, junto con la nostalgia de lo dejado en el punto de partida. ¡Los días no pasan, se escapan!
Siempre guardo en mi el viaje echo y los caminos recorridos, por si es necesario para repetirlos o para evitarlos. El día a sido largo, y los viajes siempre cansan un poco. En cada partida hay una despedida y en cada llegada hay una bienvenida, así vuelvo a casa. Y hoy todo quiere morir, mis lágrimas hasta secarse, las almas hasta difuminarse, el tiempo hasta detenerse. Sentir el sopor de la muerte y la punzada del dolor que poco a poco sellan tu destino. Tengo una voz en la cabeza que es un suicida que se desangra en mí, sus buitres arrancan mis entrañas, es de color negro, está sucia de digerir amargura y soledad. Es como un Ángeles caen del cielo, su dios los expulsa de su lado, han caído en la lujuria, en la codicia, renegando de lo que fue. Es un Ángel que abre sus ojos al Sol y su piel se cubre de llagas, cae sobre las rocas rojas teñidas por la sangre del pecado. Es como un Ángeles negro que entierra sus alas, un réquiem por los sueños, una madriguera lo acoge, sus paredes lo aplasta.
Mi realidad da paso a un sueño sin descanso donde el despertar lo marca el latido de mi corazón agotado… mi época de gloria ha pasado antes incluso de llegar, no e tenido las mismas oportunidades que los demás, -“quizá nunca las merecí”- pienso. Los que recorren el camino no saben que al final sólo encontrarán oscuridad y pocos han sabido ver que esa oscuridad no es solo tristeza, es también una parte de ellos mismos. Cuando mi propia vida me impide disfrutar la vida. Cuando tantas cosas quisiera llevar a cabo. Cuando me doy cuenta que quiero vivir la vida. Él es quien me ata, es como una celda donde estoy atrapada. Sí, una celda dentro de mi misma. En realidad podría hacer lo que quisiera. ¡Sí! en realidad podría… Podría romper esas cadenas, pero no lo hago. Y el tiempo sigue su ritmo. Aprieto fuerte la navaja tan fuerte que incluso me hace sangrar, y ese olor a sangre es insoportable. Prefiero tragar el dolor, y vomitarlo cuando nadie lo ve. Y es el miedo, quien me observa muy de cerca, ocultando esas ansias de dejar atrás lo que me tiene atrapada. "Es demasiado tarde", siempre dije como para llevar una vida mas humilde. A esta altura, no solo estoy atada, si no, encadenada y rezo. Por no encontrarme… esclavizada de todo de nuevo. Un día romperé esas cadenas, que no me dejan ir mas allá, romperé lo que me ata y haré en mi vida lo que realmente me hace feliz.
Igual estoy cansada y hay pensamientos que siguen pasando por mi mente, estoy cansada de toda esta mierda, la misma de todos los días. Y es que el dolor interno me va consumiendo el espíritu poco a poco, lo agota. Se que al quejarme no compongo nada, pero hablo de ello por que es lo que vivo todos los días. Soluciones quizás haya muchas, pero solo estoy esperando la adecuada, en la que pueda decir que estoy haciendo bien las cosas. Se que el dolor no es eterno, que no hay mal que dure mil años… ni un idiota que lo soporte, se que falta poco, cada día menos. Y aunque mi espíritu grita es demasiado... ¡ya no lo aguanto! mi corazón sigue diciendo: -tranquila…resiste… ya no falta mucho.
Lucho en vano, trato de no ceder mi mente y a la vez ceder en lo que me pida, no sé… me pierdo luchando contra esta terrible suerte. Lo peor es que a veces pienso que todo terminara con su fin...o el mío. ¡¡¡¡Quiero gritar desesperadamente, gritar, gritar, gritar!!!! Hasta desgarrarme la garganta; Y azotarme una y otra vez con todas mis fuerzas en cada pared… Para que así el dolor físico supere al dolor que me agobia en el alma.
A veces creo que me estás mirando, cada vez que veo mi reflejo, estas ahí escondido muy cerca y te ríes de mí al verme esperándote.
Me observo en el espejo y te veo cada vez con talles más grandes.
Podría hacer algo más. Quizás sea porque no sé que hacer. El "no sé" es más vago que un vago, por lo menos el vago vaguea menos qué esas dos casi palabras y una que tiene tilde. Yo me di cuenta de algo, que no sabía que sabia, o si sabía pero lo había ocultado. Quizás tampoco sea lo mejor, ¿quizás? esa palabra también es vaga, pero es más punzante porque quizás no suceda, "quizás", no sé. Yo solamente quiero respirar, así como cuando no fumo en 3 días (puede que hayan sido más alguna vez), como cuando mi pecho se siente "libre" y yo me siento así con él. Quizás sea porque… ¿Porqué? no me gusta dar respuestas tampoco, es más vago que el vago con las tres palabras juntas. Cuándo sepa que haré, espero que no sea tarde. ¿Quién dijo "que nunca era tarde"? No concuerda con el que dijo que "no hay segundas oportunidades", podrían haberse puesto de acuerdo, lo hace solamente para que tomemos esas frases cuando nos conviene. ¿Con cuál me quedo yo? Con la vaga, después decidiré si aún puedo hacer algo, o no hay más oportunidades; mmm, quizás, no sé.
Yo no sé quién soy en realidad. Existo, no existo. No sé. Por lo menos saber qué tengo, ¿qué tengo?
Análogamente a algo (como vos) Todo se escapa generalmente, esto sigue aquí (o ahí, allí quién sabe).
Agua entre los dedos, cigarrillo apagado. Café. No te tengo... Alguna vez quizás si, alguna vez quizás no. Los viernes la recuerdo, duermo. Neblina. Son mis ojos. No te veo. ¿Dónde estás? ¿Qué lugar estás haciendo cálido con tu presencia? Te siento ya fuera de mí, ¿termino todo, o solo me quieres engañar? Tengo frío, estos mismos dedos me queman. Me quiero cortar. Viernes otra vez, despierto y sábado; quiero un tajo en la yugular que termine con este punzante dolor.
No sé, creo que me gusta esto de caer en cosas extrañas. ¿Qué me gusta sufrir? Quien sabe, puede ser. Ya, si lo acepto soy una maldita masoquista, que no para de comer y terminar vomitando.
Pero también tengo algo de odio, pero no en el cien por ciento de mí por que tengo mucha empatía.
Y te entiendo, y me entiendo. Y comprendo todo esto, y volveremos atrás para estar bien.
Me tengo miedo, te hablo como si aun supiera quien sos en verdad, me manipulas la mente, utilizando las mejores estrategias. Conoces mi punto débil, un punto débil que ni yo llegue a conocer.
Necesito respirar, ese respiro que con tanto cigarro fumado me imposibilita hacerlo. Pero más que literalmente hablar de un respiro, necesito respirar afuera de mi vida. El humo se eleva, mi mete se tranquiliza, y es ahí cuando siento que ya no estás, mis ojos rojos… mi cara pálida de nuevo… mi mente en otra dimensión y mi corazón y mi alma perdida en algún lugar.
Conocí a Mery Janis (la famosa marihuana), o así la llamaba yo. Admito que no tenía amigos, prefería estar sola antes que alguien mas me tome de psicópata, aunque soy una persona muy sociable. Pero tenía esos “contactos” que me vendían, o directamente me lo regalaban. Nunca pensé, en que caería en algo así. Pero me hacia olvidarme de mi misma, y si me olvidaba de mi misma me olvidaba de vos, y de todo lo que me hacías sufrir. Mi mente estaba en blanco, mi deseo de suicidarme, por momento dejaba de ser un deseo... y simplemente me reía. Sentía una sensación que nunca la tuve, era estar relajada y sentirme en las nubes por un momento. Me empezó a gustar sentirme así. Y Mery se convirtió en mi mejor amiga. Creía que todo se acabo, que el dolor no estaba mas. Pero una noche decidiste volver a mí, y ya ni mi mejor amiga me podía proteger.
Al poco tiempo mi madre se entero, de la forma más absurda e inesperada. Pero fue a través una conversación con uno de mis punteros (así los llamaba todo el tiempo). Esa noche mi madre, al leerla se echó a llorar, estaba furiosa, recuerdo que me pegaba tan fuerte, que por momentos pensé que podría haberme matado.
Esa noche le pedí perdón, sus ojos estaban sumamente irritables de tanto refregarse los ojos con sus dedos. Se quiso suicidar… lo recuerdo muy bien, lo que era tomar un vaso de alcohol por día paso a ser de 4 a 5 vasos.
Estoy cansada.... C A N S A D A. No sé que hacer. Necesito un camino nuevo, o no un camino nuevo, si no el mismo camino con una ventana en la que pueda observar más allá de mi monotonía.
El cansancio no se quita fácilmente, de hecho la mujer duerme más que el hombre... pero no descansa, no descansa como lo hacen ellos despreocupándose de lo que tengan que hacer.
Este viernes estoy segura que daré un respiro enorme, será un respiro para tener fuerzas y seguir o sólo será un gran respiro para desligarme de un factor que me cansa. ¡Este viernes quiero un respiro, y sangre! Mucha sangre alrededor de mi cuerpo. Sacarme fotos y mostrártelas, cada tajo es un grito un dolor un sentimiento oculto que jamás quisiste ver.

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